Básicamente se trata de contratos que regulan el uso de aplicaciones informáticas o programas de ordenador por vía remota (internet), sin necesidad, normalmente, de ninguna instalación de software (ICloud, Gmail, Dropbox…).
El principio básico es igual que el de las licencias de uso.
¿Qué se suele regular?
El acceso al software por vía remota.
Los identificadores y contraseñas.
Privacidad y control de la misma.
Limitación de usuarios (en el caso de las empresas).
Propiedad intelectual , que suele ser igual que en los contratos de licencia de uso.
Disponibilidad de uso.
LOPD.